martes, 26 de febrero de 2013

Por un libre intercambio de semillas

El intercambio de semillas es una práctica muy antigua que hoy en día,
debido a las ansias de acaparamiento del sector alimentario por parte de
las multinacionales agroquímicas, se está viendo seriamente amenazado.
Estas macro industrias entienden la agricultura como un negocio seguro y
para hacerse con el control de la actividad, patentan semillas y presionan
a los responsables políticos para que establezcan unas reglas que prohíban
el intercambio libre de semillas y así obligar a los agricultores a
comprar las suyas. Pero el intercambio de semillas es crucial para la
conservación de la biodiversidad así como para garantizar la soberanía y
la garantía alimentaria de muchas zonas del mundo.

Fecha: 18.02.2013. Fuente: ladyverd.com

La práctica del intercambio de semillas es tan Antigua como la propia
agricultura. La obligación de comprar semillas producidas mediante
técnicas de laboratorio nace al mismo tiempo que la industria agrícola
enfocada al beneficio económico  que convierte el paisaje agrícola en un
tapiz monótono en el que se repite hasta el horizonte el mismo cultivo.
Por ello, multinacionales como Monsanto, patentan semillas y obligan a los
agricultores a comprarlas y a cultivarlas con la ayuda de sus otros
productos fitosanitarios de síntesis.

Evidentemente, los agricultores más concienciados no van a permitir que
esto les modifique su forma de entender la profesión y van a luchar por
seguir compartiendo libremente tanto sus semillas como sus conocimientos
adquiridos desde hace generaciones.

Un ejemplo de esta lucha, que varias organizaciones, entre ellas la Red
Andaluza de Semillas,  mantienen en España desde hace tiempo, es la
Guerrilla Jardinera de la organización hawaiana “Eating in Public”. Esta
organización trata de mantener viva la tradición del intercambio de
semillas con una innovadora iniciativa que tiene como objetivo situar el
intercambio de semillas en el centro de la vida cotidiana. Para ello se ha
puesto manos a la obra para lograr distribuir estaciones de intercambio de
semillas en comunidades de toda Norte América.

La idea es innovadora pero simple, las estaciones o puestos de intercambio
se instalarán en librerías, centros comunitarios, cafeterías, galerías de
arte y en general en lugares concurridos. Estos puestos de intercambio son
gratuitos y los proporciona la propia asociación.

Eating in Public tiene ya estaciones de intercambio de semillas en
ciudades como San Diego, Fairfield, California, Queens, Nueva York y
Ontario. Desde que se creara hace 10 años, Eating in Public ha creado
huertos en jardines públicos además de establecer una red de reciclado y
fundó los “free stores”, lugares de encuentro,  venta e intercambio de
semillas.

Según uno de sus miembros, “las ideas de Eating in Public no son
originales, nosotros queremos mostrar que se puede existir entre el
capitalismo y que podemos cuidar de nosotros mismos igual que cuidamos de
los demás”.

Fundada en 2003, Eating in Public, pretende acercar la problemática de las
semillas al mismo tiempo que busca despertar la conciencia de las personas
acerca del problema de la seguridad alimentaria. Buscando remarcar el lado
lúdico, todas sus actividades tratan de fomentar la sostenibilidad y la
solidaridad de los ciudadanos. Los ciudadanos pueden participar libremente
de la actividad y colaborar con la asociación. Uno de los pilates de
Eating in Public es la colaboración, la relación estrecha de las personas
como herramienta de futuro ante los retos que se avecinan.


Eating in Public - http://www.nomoola.com/seeds/index.html#.URKqFh0mZFh

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